Hace unos años, cuando la tecnología de ratones láser por cable estaba desapareciendo (la mayoría que encuentras en las tiendas ya son inalámbricos), decidí aprovechar y pedir dos de los modelos de ratón que, por aquél entonces, eran de lo mejor existente en el mercado. Eran tiempos en los que podía permitírmelo, así que opté por dejar uno guardado y conservarlo para un futuro en el que ya no se fabricaran o fueran muy difíciles de encontrar, y usar el otro "a todo trapo" cotidianamente.
Ya han pasado bastantes años desde aquello (creo no equivocarme demasiado si digo cuatro o cinco) y, por fortuna, Logitech continúa vendiendo el mismo ratón, el Logitech LS1 (M150), una de las pocas cosas buenas que en materia de periféricos para informática he encontrado.
Mi historia hasta dar con el asombroso LS1 empieza desde muy atrás. Con mi antiguo IBM no tenía ningún problema con el ratón, pero a medida que fui cambiando de ordenador no acababa de encontrar uno con el que me sintiera cómodo. He probado ratones de infrarrojos de todo tipo y de muchas marcas, pero todos me suponían una auténtica tortura usarlos, eran imprecisos, e incluso me acababan causando molestias notorias con síntomas de túnel carpiano.
Los ratones con los que me sentía más cómodo eran los antiguos "de bola", pero hay dos razones por los que dejé de usarlos: una de ellas es que son muy difíciles de encontrar -por no decir imposible- hoy día, y la otra es porque al principio funcionan muy bien, pero todos los que los habéis usado sabéis que, con el tiempo, cogen suciedad, hay que limpiarlos -no pasa nada, se limpian-, pero en esa labor de limpieza suelen dañarse (a veces aflojan, a veces aparecen holguras... están hechos de plástico, y los engranajes de plástico tienen ese inconveniente) y tienes que acabar sustituyéndolos.
Por el tiempo en el que utilizaba los ratones de infrarrojos, los de láser estaban comenzando a aparecer, y sus precios eran bastante altos. Un día, sin embargo, decidí correr el riesgo, porque no me quedaba alternativa: o usar uno de infrarrojos -imposible, no podía con ellos, era superior a mí-, o intentar salir adelante con mi más que remendado viejo ratón de bola (o de fricción), o irme ya al extremo del exotismo y probar con un Trackball (incómodo, como seguramente sabéis). Probé un láser como último recurso, y ¡oh, maravilla! Impresionante. Era otro mundo comparado con todo lo que había tenido en mi mano hasta entonces. Precisión absoluta, limpieza "cuando querías" y poco más, podías usarlo sobre la superficie que te diera la gana...
Pero entonces surgió otro problema, y es que en aquellos tiempos usaba muchísimo el ordenador, por lo que consumía ratones láser casi como un adicto al tabaco consume cajetillas. Adquirí lo mejor de lo mejor que había a mi alcance: el M280 (o parecido, en cualquier caso era un modelo muy similar), el M500... Todos ellos cayeron acribillados por el uso y abuso constante: la goma se desprendía a trozos, se "pelaban" por todos lados...
También probé modelos inalámbricos, descubriendo que aparte de consumir pilas, muchas veces me encontraba de repente sin ratón por no tener pilas de reserva. Así que decidí implicarme de nuevo en otra búsqueda tratando de encontrar el ratón "perfecto" o casi: sin pilas, con cable, y láser. Y, por supuesto, realmente duradero, con un exterior que aguantase mi atroz ritmo abusivo frente al ordenador durante horas y horas.
Fue así como encontré el LS1. A diferencia del resto, el cuerpo superior es de plástico, un plástico agradable, deslizante, y fácilmente limpiable. La parte baja es de goma, es sin duda su punto más flojo, pero como está en la parte de abajo y no descansa la mano sobre ella, es más duradera. Llevo usándolo sin parar todos estos años, y ni las almohadillas han aflojado, ni los botones han cogido holgura o defecto alguno, y la exactitud del láser sigue como el primer día. Impresionante para los 18 € que cuesta este asombroso ratón.
Me vi en la obligación de encargar este modelo de ratón, el LS1, en la web del fabricante (su tienda oficial) porque era imposible encontrarlos ya en tiendas físicas (no se por qué las tiendas no ponen este tipo de productos a la venta, supongo que porque creen que los cables ya no se llevan). En las estanterías de los comercios de informática dominan los ratones inalámbricos, y sólo algunos de cable, pero con la más mala, ineficiente e inexacta tecnología por infrarrojos (y no láser), y aún así en unidades muy limitadas.
Y digo todo esto confesando que Logitech no es mi marca de periféricos favorita (sus teclados se acaban borrando las teclas a todos, y eso que probé muchos de ellos, pero a todos les pasa), sin embargo en cuanto a ratones son insuperables, al menos en este modelo. Ni las letras ni el logotipo de Logitech se han borrado en el modelo que tengo, y aunque está sucio por el paso del tiempo (no suelo tratar muy bien a los ratones, están para lo que están y punto) funciona perfectamente, que es lo que importa.
Por lo tanto no puedo menos que aconsejar aquí, en Duraderos, a quien busque un ratón de calidad y de cable, que pruebe éste LS1, seguro que en fiabilidad pocos ratones del mercado le superan y, además, es tremendamente cómodo. Ojalá Logitech lo siga ofreciendo en su versión con cable durante mucho, mucho, mucho tiempo. Pero por si acaso eso no ocurre, yo mantengo el mío de reserva.
| Redacción: CODE Intermedia | codeintermedia.com
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